Tuve una meningitis al empezar la primaria
- Cecilia García Rizzo
- hace 3 días
- 2 Min. de lectura
Tuve una meningitis al empezar la primaria, y quedé con sordera como secuela. Con apoyo fonoaudiológico y familiar, fui entrenado en el uso de lectura labial para entenderle a los demás.
Completé la primaria en un colegio normal y no tuve dificultades para cursar la escolaridad, los ajustes que se aplicaron fueron que me pusieran en primera fila y junto a un compañero de letra prolija y clara. Eso y el comportamiento gregario de los niños me sirvieron.
La secundaria tampoco fue complicada, solamente en primer año tuve alguna dificultad, en la transición al entorno educativo y social (por cantidad de docentes, por nivel de exigencia.)
Ese cambio fue más abrupto en el Ciclo Básico Común, el paso previo a la Universidad. La absoluta inexistencia de una orientación al estudiante o de articulaciones con docentes donde se pudiera tener un canal de diálogo y tal vez alguna contención, derivó en que tuviera que volver a cursar algunas materias.
A mediados de la década del 90 pude entrar a la Facultad de Farmacia luego de dos cambios de carrera y había decidido hacer el curso de Óptico Técnico. Rememorando hoy, había entrado con muy poca confianza. El claustro universitario tuvo sus dificultades, la sensación era de estar flotando en agua agitada y de noche. No disponer de apuntes, que el docente por lo general está de espaldas a los alumnos y lejos; la rigidez de las normas, y un centro de estudiantes sin herramientas para temas referidos a Discapacidad. Buscar apoyo en compañeros no me había resultado dado que al ser cursadas semestrales, y con horarios optativos, dejaba pocas chances de tener a los mismos compañeros en las clases.
Logré aprobar los contenidos, y un tiempo después a la hora de emprender mi búsqueda laboral pasé por situaciones tales como que los selectores de personal pusieran más interés en mi historia personal, en el hecho de que haya terminado la secundaria e incluso de que pudiera hablar. Otro mencionó la imposibilidad de que pudiera atender a los clientes. Para ese entonces trabajaba en una fábrica mientras buscaba una oportunidad en lo que me había formado.
Mi camino laboral fue por otros rumbos.
Dardo López.
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